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01.12.06, Cunningham, Alfonso X: El Sabio

01.12.06, Cunningham, Alfonso X: El Sabio


El libro que reseñamos está destinado especialmente a los lectores de lengua inglesa y de lengua española. Ya en la misma contraportada comienza haciendo el resumen en español y seguidamente en inglés. Lo mismo nos encontraremos en el interior del libro, donde uno de los apartados de la Introducción (La notación de las Cantigas) está escrito en español y en inglés. Por otra parte las notas que acompañan las transcripciones musicales también son bilingües. En cambio hay otros apartados dentro de la Introducción, como por ejemplo "Alfonso and the Cantigas", "The Language of the Cantigas" o "The Present Edition" que solamente están escritos en inglés.

El libro es, en definitiva, una transcripción musical que va dirigida tanto al investigador como al intérprete. Y como toda buena transcripción va precedida de una Introducción donde el autor explica y justifica el criterio que ha seguido al realizar su trabajo. La amplia Introducción está dividida en cinco apartados con los siguientes contenidos: "Alfonso and the Cantigas", "The Notation of the Cantigas" (bilingüe), "The Langage of the Cantigas", "The Present Edition" y "Sources and Bibliography". El primer apartado, para los lectores de habla inglesesa, sirve para situar al lector en el contexto histórico del rey Alfonso X, su personalidad, su obra de Las Cantigas de Santa María, las Fuentes, así como una introducción a las estructuras y géneros de las mismas y algunas indicaciones sobre las características melódicas, la posible influencia árabe y la interpretación de Las Cantigas. El segundo apartado es el más extenso y está dedicado a La Notación de las Cantigas (bilingüe). Por tratarse de un estudio bastante detallado de la notación, no sólo de Las Cantigas sino de la Notación de la época, nos vamos a detener un poco más.

El tema de la Notación de las Cantigas y su transcripción es de especial importancia y no se le ha dedicado mucho tiempo en la literatura musical. Es un tema especialmente difícil porque parece que el sistema utilizado no es del todo coherente con ningún tipo de notación utilizado en la época. Los investigadores se han limitado a referirse casi a la transcripción de Higinio Anglés y a defenderla o a criticarla, sin profundizar lo suficiente. Cunningham en su libro hace, en primer lugar, un resumen de las aportaciones históricas sobre la Notación de Las Cantigas y nos ofrece su opinión al respecto, desde el punto de vista rítmico, lógicamente, que es el que interesa al transcriptor. El autor es consciente de las limitaciones que nos vamos a encontrar a la hora de hacer una transcripción coherente. Por eso reconoce que a veces tendremos que conformarnos con "una deducción empírica" (20) y que la interpretación de algunas ligaduras "puede depender del contexto" (20) o simplemente "pueden calificarse de ambiguas". (20) Cunningham habla de una notación "prefranconiana" anque reconoce que "a pesar de no ser plenamente mensural, la notación es capaz de registrar ritmos complejos". (20)

Para comprender mejor la notación de Las Cantigas nos hace un resumen de la Notación Modal, de la Pre-franconiana y de la Franconiana. Como el mismo autor confiesa, el hecho de hablar de la notación franconiana no quiere decir que las Cantigas deban abordarse con el objeto de interpretarlas según la práctica franconiana...De hecho, tal intento produce resultados rítmicamente caóticos....Para entender cómo funciona la notación alfonsina tenemos que situarla en algún punto intermedio en la trayectoria de desarrollo, viéndola em términos que no son ni simplemente modales ni plenamente mensurales (en un sentido franconiano). (25)Después hace una historia abreviada de los principales transcriptores tomando como referencia a H. Anglés. Antes de Anglés: Aubry (1906-1909), Collet y Villalba (1911), Pedrell, Mitjana, Ribera. Después de Anglés: Fernandes Lopes (1945), Llorens, Fernández de la Cuesta, H. van der Werf, Ferreira, Huseby, Wulstan. El mismo autor se situa entre éstos últimos, aceptando que en su transcripción "la deuda con Anglés es inmensa". La verdad es que la transcripción de Anglés la han criticado muchos investigadores pero al final todos se sirven o parten de ella, o, como dice el mismo Cunningham "todavía ha aparecido muy poco a modo de sustituto". (29)

A partir del apartado IV el autor comienza la explicación de algunas figuras y cómo ha entendido él su ritmo en la transcripción que presenta. Aunque corrige en algunos puntos a H. Anglés, sigue, no obstante, las explicaciones de las figuras que describe éste en el Estudio crítico de su edición de 1958 (167), especialmente por lo que se refiere a las plicas que van al unísono con la brevis anterior. En este punto, en mi opinión, pienso que habría que transcribir los tres sonidos y no dos. Está claro que, por un lado, el autor no se libera de la influencia de Anglés y, por otro, no justifica suficientemente esta transcripción.

No obstante, después de explicar y de intentar justificar ciertas transcripciones, el autor reconoce que no se puede ser demasiado sistemático porque en ocasiones, por no decir en muchísimos casos, hay que tener en cuenta el contexto más que la materialidad de las figuras. Incluso llega a hablar de "notación anómala" para la Cantiga 340, en la que la transcripción de Cunninghan no nos parece muy consecuente, ya que la misma figuración la transcribe de dos formas diferentes.

En el apartado V habla de las Categorías rítmicas que para el autor son mucho más reducidas que las que propone Anglés. Y finalmente en el apartado VI dedica un buen párrafo al tema de la "Variabilidad y Fijeza": sea cual sea la solución que se adopte en las transcripciones de este repertorio nos encontraremos con incongruencias, con faltas de lógica, con vaguedades, etc. si las juzgamos desde nuestra mentalidad. Por eso mismo el autor dice al final del capítulo dedicado a la notación: La notación de las Cantigas "Proporcionan una prueba severa para cualquier sistema de transcripción que se proponga". (58)

En la notación medieval nunca tendremos la certeza de una transcripción. Los notadores o copistas tenían una mentalidad muy diferente a la nuestra y no se proponían lo que podemos pretender nosotros: que todo aparezca claro y evidente. La notación que vemos en este repertorio tan extraordinario viene a ser como un guión para los intérpretes, una ayuda para que en un momento dado no les falle la memoria. Por lo tanto, cualquier transcripción actual nos puede parecer defectuosa. Es más, cada transcriptor que se acerca a las Cantigas puede hacer una diferente. En este sentido el libro que comentamos es un acercamiento muy aceptable a una nueva visión de las Cantigas, aunque muy deudora de la de H. Angles. Cunninghan hace, pues, una nueva lectura, poco novedosa, poco arriesgada, aunque más científica quizá que la que hizo en su tiempo nuestro musicólogo español Anglés. Y siguiendo el modelo del maestro también escribe encima de la transcripción las figuras del manuscrito original para que el lector comprenda la opción que ha tomado el transcriptor. En algunos casos incluso escribe encima una segunda transcripción rítmica posible pra que el lector-intérprete pueda escoger. Cada transcripción va acompañada de una serie de notas donde se explican el fraseo textual y musical y todo aquello que el autor considera oportuno: variantes entre los distintos mss. consultados, claves utilizadas, forma, características melódicas, etc. Después de la transcripción musical se escribe el texto completo con su traducción al inglés.

Respecto a la traducción al español hemos de decir que no está muy cuidada. Parece que el traductor no es un músico, ya que hay términos convencionales consagrados que no se han traducido correctamente. A modo de ejemplo: alternación en lugar de alternancia, transportación en lugar de transporte, teorista en lugar de teórico, etc. Tampoco entendemos muy bien por qué se han traducido algunos capítulos de la introducción y otros no y en cambio las notas que acompañan a la transcripción sí.

A pesar de todo lo expuesto pensamos que se trata de un libro muy interesante y muy útil para cualquier investigador o intérprete que se acerque al repertorio de las Cantigas de Alfonso X el Sabio, o, mejor aún, a las "Cantigas de loor".